viernes, 22 de octubre de 2010

Homenaje II

Si
debo confesarlo
en algunas tardes de noviembre
mientras el calor formaba visiones
fui el Iván Karamazov de Dostoievski
el Gregorio Samsa de Kafka
el hombre más feo de Nietzsche


debo confesar
en algunas horas tibias de mi vida
fui el balsero de Siddartha de Hesse
el periodista miope de la Guerra del fin del mundo de Vargas Llosa
fui el Schulls de Marechal
los perros de los poemas de Bukowski
fui uno de los Ayax de Homero

Si
lo confieso
en algunos dulces momentos de mis años
mientras el día se caía de golpe
fui Cottard de la peste de Camus
fui Clay de Bret Easton Ellis
fui el Ernesto de Wilde
el astrólogo de Arlt
el doctor López en Los premios de Cortázar
fui cualquier mujik de cualquier cuento de Chejov
el Demetrio Macías de Azuela
el bombero de Ionesco
el quijote de León Felipe
el Julián Sorel de Stendhal
el Dedalus de Joyce
la madre de Gorki


lo confieso
en algunas noches de claro insomnio
mientras el mundo se apagaba
y las horas se hacían invisibles
fui Cosimo Piovasco de Rondó de Ítalo Calvino
fui todos los personajes sin nombre de Saramago
fui Azul, Blanco, Negro y Castaño de Paul Auster
fui el Ignatius de John Kennedy Toole
fui, también como Flaubert, Madame Bovary
pero sobretodo
en esos momentos
dulce, agrios y livianos
no fui yo…