lunes, 4 de enero de 2010

Lo previo

morimos
los dos
una tarde que no fue nuestra
una tarde que se hizo noche por capricho
morimos
desde un puro y decente asco, morimos
y después de morir
como murciélagos blancos
nos dijimos palabras
palabras buenas, llenas de una humilde intención
pero no eran las de siempre
era como sombras
de una sombra mayor
yo intenté protegerte
puse mi cuerpo sobre tu espalda
encorvada, ovillada
pero el mundo tiene sus armas
sus dardos
sus mil maneras de llegar
de tocar
y así fue que morimos los dos

esa tarde que no fue nuestra

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno, siga escribiendo

Anónimo dijo...

He disfrutado el poema, tragedia pero pausada, como dando tiempo al lector para ... gustarla, a pesar del dolor. Es un muy buen poema maximiliano. Felicitaciones.Fabio, el anónimo porque no sé entrar.