sábado, 16 de agosto de 2008

El acostumbramiento

Después de un tiempo
ya no encontrás tan fea la fealdad
te vas acostumbrando quizás a sus gestos, a su forma,
a su misión

Después de un tiempo
ya no encontrás tan bella la belleza
ella se va volviendo hábito,
disimulo, cosa

Después de un tiempo
ya no encontrás tan doloroso el dolor
él va perdiendo algo
que no sabemos qué es

Después de un tiempo
ya no encontrás tan vacío el vacío
tan nada la nada
siempre hay algo que late, que piensa
que determina todo

Después de un tiempo
ya no encontrás tan triste la tristeza
tan angustiante la angustia
se hace día, noche, tiempo
se vuelve suave, negligente...

Después de un tiempo
ya no encontrás tan vivible la vida

Después de un tiempo
ya no encontrás tan muerta a la muerte.

1 comentario:

Eduardo "Fabio" Asis dijo...

Sí. Nos acostumbramos a todo. Pero no lo sabíamos exactamente, no nos dábamos cuenta. Por eso era importante que surgiese este poema. Es necesario tomar conciencia. Pero lamentablemente este poema tiene un error grave, un pecado capital. Nos invita a leerlo varias veces, de allí que podamos acostumbrarnos al poema. Si eso ocurre, es imposible quebrar el círculo vicioso... y uno vuelve otra vez a acostumbrarse a todo. Espero que no me ocurra así. Espero leer siempre de un modo renovado y único este poema... este poema renovador y único.